sábado, 28 de marzo de 2009
Inmadurez en el cardias
Algunos cachorros refluyen una pequeña cantidad de leche justo después de las tomas. A pesar de que estas actuaciones se pueden considerar normales hay que hacerles un seguimiento para descartar posibles problemas como un constipado, un parvo virus…
En ciertos cachorros el problema persiste e incluso una vez destetados, en sus comienzos con alimentos sólidos. Es en estos casos cuando podemos hablar de un trastorno. Si no se detecta pronto, puede dar lugar a importantes carencias nutritivas, anemias y retrasos en la curva de crecimiento
El vómito puede contener desde alimento sin digerir hasta bilis, sangre, hierba etc. Sin embargo, el contenido de las regurgitaciones suele ser mucho más homogéneo; habitualmente es alimenticio. Con frecuencia podemos observar la aparición de espuma junto con la comida expulsada, que suele ser saliva espesa y la no aparición de contenido biliar.
La enfermedad por reflujo es relativamente frecuente durante los primeros meses del cachorro y especialmente en razas grandes de rápido crecimiento. Solo en pocos casos puede persistir, pero entonces debemos hablar de cachorros que también padecen de otras patologías.
El defecto en el cierre correcto del esfínter cardial provoca el reflujo gastroesofágico en el cachorro. Este reflujo que es fisiológico en el cachorro a causa de la inmadurez del cardias, puede desencadenar un cuadro clínico de vómitos, malnutrición, a veces hemorragias y problemas respiratorios. También es una de las causa de la muerte súbita en cachorros.
Este trastorno se suele corregir en el tiempo y de manera progresiva..no teniendo más importancia que la mencionada sin necesidad de aplicar ningún tipo de tratamiento agresivo, siendo recomendable suministrar poca cantidad de alimento por toma y no dejar que el cachorro beba demasiada agua tras la ingesta. También se recomienda una dieta blanda y alta en proteínas.
Pedro Campoy
WWW.Qomolungma.es
Referencias bibliográficas
Adamama K.K., Rallis T.S., Prassinos N.N., Galatos A.D. (2002). Benign esophageal stricture in the dog and cat: a retrospective study of 20 cases. Can. J. Vet. Res., 66, 1: 55-59.
Gaynor A.R., Shofer F.S., Washabau R.J. (1997). Risk factors for acquired megaesophagus in dogs. JAVMA, 211, 11: 1406-1411.
Guilford W.G., Strombeck D.R. (1996). Diseases of swallowing. En: Strombeck’s Small Animal Gastroenterology. Guilford W.G., Center S.A., Strombeck D.R., Williams D.A., Meyer D.J.(ed). (3ª edición). W.B.Saunders Company. Philadelphia: 211-238.
Jones B.D. (1992). Management of esophageal foreign bodies. En: Kirk’s Current Veterinary Therapy. XI. Kirk R.W. y Bonagura J.D.(ed). (11ªedición). W.B.Saunders Company. Philadelphia: 577-580.
jueves, 19 de marzo de 2009
sábado, 14 de marzo de 2009
Los Comienzos
Los Comienzos
Nuestra experiencia en la cría canina tiene sus comienzos en 1999. Elegimos entre todas las razas el Mastín Napolitano, raza grande, imponente y molosa. Durante los primeros años pudimos conocer, profundizar y desarrollar nuestro trabajo en la cría del Napolitano. A mediados de 2006 decidimos dar un cambio drástico y cambia la raza, todo ello promovido por la llegada de nuestra primera hija. Así, se decidió mantener las bases de un mastín pues no estábamos dispuestos a renunciar a la potencia, a la grandeza y a la nobleza. Finalmente decidimos tras un riguroso estudio de diferentes tipos de mastines por el San Bernardo. En esta raza encontramos la guarda, la montaña, la compañía, la resistencia, la adaptabilidad, la inteligencia, la tolerancia, el equilibrio y otras muchas cualidades que se fundían en un moloso. Una vez seleccionada la raza había que afrontar la parte más complicada, la elección de una línea de sangre y de una tipología concreta, todo ello unido de una experiencia. Empezamos a estudiar la raza, asistimos a exposiciones, visitamos criadores, en fin un trabajo de campo bien desarrollado para asentar los mejores pilares posibles de nuestro futuro en la cría del San Bernardo. A principios de noviembre, coincidiendo con el aniversario de nuestra hija, decidimos dar nuestro primer paso contactando con el criadero Bazterreko Etxea. Este primer contacto nos hizo conocer a Joxean y Puri. Tras una larga conversación con Joxean, nos permitió exponerle nuestras intenciones e inquietudes y finalmente adquirimos nuestro primer San Bernardo, Xira Bazterreko Etxea, una hembra. Gracias a la continua ayuda de Bazterreko Etxea y a la transmisión de su trabajo es posible que día a día nuestra ilusión por la raza se vea acentuada.
Nuestra experiencia en la cría canina tiene sus comienzos en 1999. Elegimos entre todas las razas el Mastín Napolitano, raza grande, imponente y molosa. Durante los primeros años pudimos conocer, profundizar y desarrollar nuestro trabajo en la cría del Napolitano. A mediados de 2006 decidimos dar un cambio drástico y cambia la raza, todo ello promovido por la llegada de nuestra primera hija. Así, se decidió mantener las bases de un mastín pues no estábamos dispuestos a renunciar a la potencia, a la grandeza y a la nobleza. Finalmente decidimos tras un riguroso estudio de diferentes tipos de mastines por el San Bernardo. En esta raza encontramos la guarda, la montaña, la compañía, la resistencia, la adaptabilidad, la inteligencia, la tolerancia, el equilibrio y otras muchas cualidades que se fundían en un moloso. Una vez seleccionada la raza había que afrontar la parte más complicada, la elección de una línea de sangre y de una tipología concreta, todo ello unido de una experiencia. Empezamos a estudiar la raza, asistimos a exposiciones, visitamos criadores, en fin un trabajo de campo bien desarrollado para asentar los mejores pilares posibles de nuestro futuro en la cría del San Bernardo. A principios de noviembre, coincidiendo con el aniversario de nuestra hija, decidimos dar nuestro primer paso contactando con el criadero Bazterreko Etxea. Este primer contacto nos hizo conocer a Joxean y Puri. Tras una larga conversación con Joxean, nos permitió exponerle nuestras intenciones e inquietudes y finalmente adquirimos nuestro primer San Bernardo, Xira Bazterreko Etxea, una hembra. Gracias a la continua ayuda de Bazterreko Etxea y a la transmisión de su trabajo es posible que día a día nuestra ilusión por la raza se vea acentuada.
miércoles, 4 de marzo de 2009
La nueva redacción del estándar del año 1.993 constituye una mejora considerable con respecto a las de los años 1.887 y 1.980. Y si bien podría haberse mejorado aún más, pues quedan lagunas importantes, supone en cualquier caso un importante avance con respecto al estándar anterior.
Todas las razas caninas poseen una serie de características generales comunes, y otras específicas de cada raza que son las que les distinguen entre sí y determinan el "tipo". ¿Qué características determinarán el "tipo" del San Bernardo? Las que se refieren a su aspecto general, las que fijan la cabeza y la expresión, las que determinan su estructura y las que señalan las manchas obligatorias de color.
Aspecto general:
El San Bernardo es el más majestuoso, poderoso e imponente de todos los perros. Es un gigante que impresiona por su potencia y nobleza. Típico perro de socorro y trabajo, está dotado de gran resistencia y fuerza hercúlea. Su osamenta es la más fuerte de toda la especie canina.
El estándar en su aspecto general dice: "gran talla, cuerpo vigoroso, robusto, armónico y musculoso con una imponente cabeza y expresión de atención en la cara".
La talla mínima exigida al San Bernardo es de 70 cm para los machos y de 65 para las hembras.
Por primera vez en la historia de la raza el estándar habla de una altura máxima para los machos de 90 cm y de 80 cm para las hembras, si bien puntualiza rápidamente que los ejemplares que sobrepasen esta altura máxima no deberán penalizarse siempre que su aspecto general sea armónico y su movimiento correcto.
A este respecto debo indicar que comparto la opinión de aquellos especialistas de la raza que opinan que fijar una altura máxima para el San Bernardo es un grave error.
Como si el estándar quisiera rectificar su error a la hora de señalar los máximos de altura, se apresura a aclarar que los ejemplares que sobrepasen dichos máximos no deberán penalizarse si son armónicos y se mueven correctamente. Debemos señalar que no era necesario esta observación pues, en su apartado general, ya exige que todo ejemplar sea armónico y, en su apartado sobre el movimiento, que camine correcto, con lo que cualquier ejemplar que no cumpla estas dos condiciones debería penalizarse independientemente de su altura.
Comparto la opinión de aquellos jueces especialistas que afirman que al San Bernardo, en las exposiciones de belleza, hay que juzgarle desde el punto de vista de su funcionalidad. El San Bernardo es un perro que debe andar kilómetros, desenterrar de la nieve a las víctimas y tener la fuerza necesaria para llevarlas al refugio o sacarlas del peligro. El San Bernardo se diferencia de otras razas de salvamento en que a éstas las llevan al lugar del siniestro en medios mecánicos, las hacen olfatear en busca de las víctimas y cuando las encuentran son los instructores los que las socorren y las transportan al refugio. el San Bernardo debe tener la fuerza y estructura necesarias para hacer él solo todo este trabajo y creo que estaremos todos de acuerdo en que, cuanto más altura y más potencia, mayor facilidad tendrá para realizar su tarea.
En mi opinión, un San Bernardo de 70 cm a la cruz difícilmente dará la imagen de "imponente" que pide el estándar cuando se refiere a las generalidades del cuerpo ni tendrá la fuerza y estructura que precisa para realizar su trabajo.
Ahora bien, altura por encima de todo, tampoco.
Uno de los mayores logros del nuevo estándar es que señala con claridad las proporciones más importantes de un San Bernardo para que podamos considerarle armónico.
Las relaciones entre su altura a la cruz y su longitud del tronco, entre su altura a la cruz y profundidad de pecho, entre su profundidad de pecho y longitud de la patas delanteras, determinarán si el ejemplar es o no armónico.
¿Cómo se obtuvieron estos parámetros para determinar las proporciones ideales? El maestro (Dr. Antonio Morsiani) seleccionó a un grupo de San Bernardos excelentes, tanto en sus diferentes partes como en conjunto y procedió a sus mediciones. Con todos los datos en la mano hizo los estudios estadísticos y llegó a unas conclusiones.
Es obvio decir que las cifras y proporciones que obtuvo corresponden al San Bernardo ideal, esa quimera que todos tenemos en nuestra mente y que nunca veremos reflejada en la realidad. El San Bernardo perfecto no existe.
De estas proporciones obligatorias se desprenden claramente dos circunstancias importantes que afectan fundamentalmente a su aspecto general y estructura:
1. El perro de San Bernardo es un 20% más largo que alto. Es lo que quiere decir el estándar con la relación 5 : 6, es decir, 5 para la altura y 6 para la longitud.
2. La profundidad del pecho deberá ser aproximadamente el 45% - 50% de su altura a la cruz, lo que obliga a patas largas. Es decir, el San Bernardo no es un perro paticorto, circunstancia que suele darse con mucha frecuencia en los ejemplares de poca altura.
Cabeza:
Pues bien, ahora dice: "está permitido un pequeño pliegue...", cuando anteriormente decía: "los párpados deberán formar un pliegue...". El cambio es importante pues afecta a la expresión del San Bernardo.
En cuanto al color de los ojos, antes se pedía que fueran de color marrón oscuro, cuanto más oscuro mejor. el actual estándar dice: "podrán ser de color marrón oscuro hasta color avellana".
Las orejas deben estar en proporción al tamaño de la cabeza, de inserción alta y fuertemente desarrolladas. Deben contribuir a dar a la cabeza una apariencia más ancha e imponente.
La mordida deberá ser en tijera o pinza, si bien se permite un ligero prognatismo inferior siempre que los incisivos se toquen. Se tolera sin penalizar la ausencia de los premolares PM1.
La configuración de la cabeza, el hocico, los belfos, los ojos y la perfecta colocación de la misma determinan en su conjunto la expresión del San Bernardo.
La cabeza del San Bernardo viene caracterizada por la convergencia de los ejes cráneo faciales. ¿Qué es la convergencia? Para explicarla es imprescindible conocer los siguientes términos:
• Nasion: Punto de unión del hueso nasal con el hueso frontal.
• Inion: Vértice de la protuberancia occipital extrema.
• AB: Eje longitudinal superior del cráneo.
• AC: Eje longitudinal superior del hocico.
• Longitud de la cabeza: Del inion al punto superior anterior de la trufa.
• Longitud del cráneo: Del inion al nasion.
• Longitud del hocico: Del nasion a la trufa.
La convergencia ideal del San Bernardo es aquella en que los ejes cráneo faciales se cruzan en el inicio de la trufa. El ángulo que forman ambos ejes es de 165º
Proporciones importantes de la cabeza:
• La cabeza deberá tener una longitud total de 37% de la altura a la cruz.
• Su anchura, medida en los pómulos, deberá ser el 24% de la medida a la cruz.
• La anchura del cráneo es igual a la anchura de los pómulos.
Una vez definidas la longitud de la cabeza (37% de la medida a la cruz) y su anchura (24% de su medida a la cruz), veamos la cabeza en su perfil lateral. La cabeza se compone del hocico y el cráneo. Para que un ejemplar sea considerado armónico, la proporción entre la longitud de la cabeza, la longitud del hocico y la del cráneo tiene que ser la siguiente:
• La longitud del cráneo deberá ser el 64% de la longitud total de la cabeza.
• El dato anterior obliga a que el hocico sea el 36% de la longitud de la cabeza.
Dicho de otra forma: Si dividimos la longitud de la cabeza en tres partes iguales, la longitud del hocico es ligeramente superior a un tercio, siendo la longitud del cráneo ligeramente inferior a los dos tercios. Podríamos simplificar diciendo que el hocico es aproximadamente un tercio y el cráneo dos tercios.
Todas las razas caninas poseen una serie de características generales comunes, y otras específicas de cada raza que son las que les distinguen entre sí y determinan el "tipo". ¿Qué características determinarán el "tipo" del San Bernardo? Las que se refieren a su aspecto general, las que fijan la cabeza y la expresión, las que determinan su estructura y las que señalan las manchas obligatorias de color.
Aspecto general:
El San Bernardo es el más majestuoso, poderoso e imponente de todos los perros. Es un gigante que impresiona por su potencia y nobleza. Típico perro de socorro y trabajo, está dotado de gran resistencia y fuerza hercúlea. Su osamenta es la más fuerte de toda la especie canina.
El estándar en su aspecto general dice: "gran talla, cuerpo vigoroso, robusto, armónico y musculoso con una imponente cabeza y expresión de atención en la cara".
La talla mínima exigida al San Bernardo es de 70 cm para los machos y de 65 para las hembras.
Por primera vez en la historia de la raza el estándar habla de una altura máxima para los machos de 90 cm y de 80 cm para las hembras, si bien puntualiza rápidamente que los ejemplares que sobrepasen esta altura máxima no deberán penalizarse siempre que su aspecto general sea armónico y su movimiento correcto.
A este respecto debo indicar que comparto la opinión de aquellos especialistas de la raza que opinan que fijar una altura máxima para el San Bernardo es un grave error.
Como si el estándar quisiera rectificar su error a la hora de señalar los máximos de altura, se apresura a aclarar que los ejemplares que sobrepasen dichos máximos no deberán penalizarse si son armónicos y se mueven correctamente. Debemos señalar que no era necesario esta observación pues, en su apartado general, ya exige que todo ejemplar sea armónico y, en su apartado sobre el movimiento, que camine correcto, con lo que cualquier ejemplar que no cumpla estas dos condiciones debería penalizarse independientemente de su altura.
Comparto la opinión de aquellos jueces especialistas que afirman que al San Bernardo, en las exposiciones de belleza, hay que juzgarle desde el punto de vista de su funcionalidad. El San Bernardo es un perro que debe andar kilómetros, desenterrar de la nieve a las víctimas y tener la fuerza necesaria para llevarlas al refugio o sacarlas del peligro. El San Bernardo se diferencia de otras razas de salvamento en que a éstas las llevan al lugar del siniestro en medios mecánicos, las hacen olfatear en busca de las víctimas y cuando las encuentran son los instructores los que las socorren y las transportan al refugio. el San Bernardo debe tener la fuerza y estructura necesarias para hacer él solo todo este trabajo y creo que estaremos todos de acuerdo en que, cuanto más altura y más potencia, mayor facilidad tendrá para realizar su tarea.
En mi opinión, un San Bernardo de 70 cm a la cruz difícilmente dará la imagen de "imponente" que pide el estándar cuando se refiere a las generalidades del cuerpo ni tendrá la fuerza y estructura que precisa para realizar su trabajo.
Ahora bien, altura por encima de todo, tampoco.
Uno de los mayores logros del nuevo estándar es que señala con claridad las proporciones más importantes de un San Bernardo para que podamos considerarle armónico.
Las relaciones entre su altura a la cruz y su longitud del tronco, entre su altura a la cruz y profundidad de pecho, entre su profundidad de pecho y longitud de la patas delanteras, determinarán si el ejemplar es o no armónico.
¿Cómo se obtuvieron estos parámetros para determinar las proporciones ideales? El maestro (Dr. Antonio Morsiani) seleccionó a un grupo de San Bernardos excelentes, tanto en sus diferentes partes como en conjunto y procedió a sus mediciones. Con todos los datos en la mano hizo los estudios estadísticos y llegó a unas conclusiones.
Es obvio decir que las cifras y proporciones que obtuvo corresponden al San Bernardo ideal, esa quimera que todos tenemos en nuestra mente y que nunca veremos reflejada en la realidad. El San Bernardo perfecto no existe.
De estas proporciones obligatorias se desprenden claramente dos circunstancias importantes que afectan fundamentalmente a su aspecto general y estructura:
1. El perro de San Bernardo es un 20% más largo que alto. Es lo que quiere decir el estándar con la relación 5 : 6, es decir, 5 para la altura y 6 para la longitud.
2. La profundidad del pecho deberá ser aproximadamente el 45% - 50% de su altura a la cruz, lo que obliga a patas largas. Es decir, el San Bernardo no es un perro paticorto, circunstancia que suele darse con mucha frecuencia en los ejemplares de poca altura.
Cabeza:
En la cabeza del San Bernardo es donde, según mi opinión, se fundamenta el "tipo" de la raza. Debe ser, como todo el cuerpo, fuerte e imponente. Un San Bernardo con una estructura corporal excepcional pero con una cabeza mediocre nunca podrá ser un campeón. El hocico es fundamental; suele ser corto y no se afina. La profundidad de la vertical en la raíz del hocico debe ser mayor que su longitud. El puente del hocico es recto. El stop debe estar fuertemente marcado. Los belfos de la mandíbula superior deberán estar fuertemente desarrollados, no cortados abruptamente, sino que van formando un bello arco en el borde inferior. La trufa de color negro.
En cuanto a la forma del ojo, el nuevo estándar ha introducido una importante variación respecto al anterior, hasta ahora el ojo del San Bernardo tenía una forma romboidal determinada por los dos ángulos normales del ojo, un pliegue angular superior y un pliegue angular inferior.Pues bien, ahora dice: "está permitido un pequeño pliegue...", cuando anteriormente decía: "los párpados deberán formar un pliegue...". El cambio es importante pues afecta a la expresión del San Bernardo.
En cuanto al color de los ojos, antes se pedía que fueran de color marrón oscuro, cuanto más oscuro mejor. el actual estándar dice: "podrán ser de color marrón oscuro hasta color avellana".
Las orejas deben estar en proporción al tamaño de la cabeza, de inserción alta y fuertemente desarrolladas. Deben contribuir a dar a la cabeza una apariencia más ancha e imponente.
La mordida deberá ser en tijera o pinza, si bien se permite un ligero prognatismo inferior siempre que los incisivos se toquen. Se tolera sin penalizar la ausencia de los premolares PM1.
La configuración de la cabeza, el hocico, los belfos, los ojos y la perfecta colocación de la misma determinan en su conjunto la expresión del San Bernardo.
La cabeza del San Bernardo viene caracterizada por la convergencia de los ejes cráneo faciales. ¿Qué es la convergencia? Para explicarla es imprescindible conocer los siguientes términos:
• Nasion: Punto de unión del hueso nasal con el hueso frontal.
• Inion: Vértice de la protuberancia occipital extrema.
• AB: Eje longitudinal superior del cráneo.
• AC: Eje longitudinal superior del hocico.
• Longitud de la cabeza: Del inion al punto superior anterior de la trufa.
• Longitud del cráneo: Del inion al nasion.
• Longitud del hocico: Del nasion a la trufa.
La convergencia ideal del San Bernardo es aquella en que los ejes cráneo faciales se cruzan en el inicio de la trufa. El ángulo que forman ambos ejes es de 165º
Proporciones importantes de la cabeza:
• La cabeza deberá tener una longitud total de 37% de la altura a la cruz.
• Su anchura, medida en los pómulos, deberá ser el 24% de la medida a la cruz.
• La anchura del cráneo es igual a la anchura de los pómulos.
Una vez definidas la longitud de la cabeza (37% de la medida a la cruz) y su anchura (24% de su medida a la cruz), veamos la cabeza en su perfil lateral. La cabeza se compone del hocico y el cráneo. Para que un ejemplar sea considerado armónico, la proporción entre la longitud de la cabeza, la longitud del hocico y la del cráneo tiene que ser la siguiente:
• La longitud del cráneo deberá ser el 64% de la longitud total de la cabeza.
• El dato anterior obliga a que el hocico sea el 36% de la longitud de la cabeza.
Dicho de otra forma: Si dividimos la longitud de la cabeza en tres partes iguales, la longitud del hocico es ligeramente superior a un tercio, siendo la longitud del cráneo ligeramente inferior a los dos tercios. Podríamos simplificar diciendo que el hocico es aproximadamente un tercio y el cráneo dos tercios.
Ya tenemos definidas las proporciones entre longitud total de la cabeza, longitud del hocico y longitud del cráneo, en función a la altura a la cruz del ejemplar. Conviene ahora recordar que dada la longitud del hocico, su profundidad, medida en la raíz, es el doble.
Nos queda definir la forma que en su aspecto lateral tienen los belfos. Mediante la convergencia de los ejes cráneo faciales, hemos definido el perfil lateral del cráneo, pues bien:
• El radio de curvatura de los belfos es el mismo que el radio de curvatura del cráneo.
Veamos ahora la cabeza en su perfil frontal. ¿Qué anchura debe tener el hocico?
• La anchura del hocico debe ser un tercio de la anchura de la cabeza.
No hay que olvidar que el estándar exige que el hocico sea uniformemente ancho. Esto quiere decir que debe tener la misma anchura desde su raíz hasta su extremo, lo que obliga:
• Al paralelismo de sus caras laterales.
Por cierto, este paralelismo obliga a que los dientes incisivos del ejemplar estén colocados en línea recta.
Aquí están resumidos los parámetros fundamentales de la estructura ósea de la cabeza. Por supuesto que el juez no va a medir en el ring la altura del ejemplar y se va a sentar en la mesa a calcular las demás variables. Es el ojo del juez, del especialista, acostumbrado a juzgar, el que rápidamente viendo el aspecto general del ejemplar comprobará si es o no armónico, que esté compensado en todas sus partes y en su conjunto.
El estándar nos exige que el ejemplar sea armónico, que esté compensado en todas sus partes, pero no nos dice en qué consiste esa armonía. Los poquísimos datos que determina, los refiere a la altura y a la longitud del cuerpo. Olvida que el San Bernardo tiene tres dimensiones: largo, ancho y alto. Para que un ejemplar esté compensado en todas sus partes, a diferentes alturas deben corresponder diferentes longitudes y diferentes anchuras. cuanto más alto sea el ejemplar, su cabeza deberá ser más grande en sus tres dimensiones.
Expresión:
El anterior estándar decía, en su apartado de aspecto general: "...cabeza poderosa y aspecto muy inteligente. En los ejemplares con máscara oscura la expresión puede parecer más austera, pero nunca reflejar maldad".
En el actual dice a este respecto: "... imponente cabeza con expresión de atención en la cara". Me imagino el rostro de sorpresa que pondrá quien, ante un ejemplar, quiera buscarle esa expresión de atención en la cara.
En el apartado referente a los ojos, el anterior estándar decía: "son de tamaño medio, marrón oscuro, expresión inteligente y amigable".
El actual dice: "...de color marrón oscuro hasta avellana, expresión amable".
Sirva todo lo anterior para decir que, en mi opinión, la expresión del San Bernardo merecía un trato mucho más detallado que el concedido en el actual estándar. Si preguntásemos a cualquier persona no entendida sobre el San Bernardo, nos diría que es un perro muy alto, de gran cabeza y con una expresión llena de bondad, inteligencia y dulzura.
Creo que es un gravísimo error del actual estándar la escasa atención que le ha dedicado a una característica fundamental de la raza. En mi opinión, la expresión del San Bernardo, característica fundamental de la raza, debe indicar nobleza, dignidad, suma afabilidad, gran inteligencia, conciencia de su propia fuerza y sumo amor al hombre.
Las hembras tienen una expresión más dulce y delicada que los machos.
Estructura:
Otra mejora importante del actual estándar es la nueva redacción del apartado correspondiente al cuerpo. Ya se habla de caja torácica con costillas bien arqueadas. Brazos de igual longitud o ligeramente más cortos que la escápula. Ángulo entre la escápula y el brazo. Metacarpos verticales vistos de frente o ligeramente oblicuos si se ven de forma lateral. Y así un largo etcétera que determinan mucho mejor la diferentes partes del cuerpo.
Desde un punto de vista general, la estructura del San Bernardo debe mostrar características funcionales. todo su conjunto estructural debe aunarse hacia su justo centro de gravedad. Si éste se desplaza hacia delante o hacia atrás, el animal se resiente en su desplazamiento, resistencia y rendimiento en su trabajo.
Su musculatura debe estar acorde con su tamaño y hueso. El pecho debe tener profundidad y estar bien desarrollado, condiciones indispensables para su trabajo en alta montaña. Nunca debe sobrepasar la altura de los codos.
Un San Bernardo debe evidenciar características de equilibrio, parada y sustancia.
Movimiento:
Por primera vez en nuestro estándar se habla del movimiento del San Bernardo, pidiéndose que sea armónico, de pasos largos y con empuje del tren posterior, como corresponde a un perro de trabajo en la alta montaña, Los miembros anteriores y posteriores deben apoyarse al andar en línea recta.
Manchas obligatorias de color:
De color blanco deben ser: el antepecho, las patas, la punta de la cola, la caña nasal y la banda frontal. Es deseable un collar blanco y una máscara oscura simétrica.
Creo interesante indicar que no deberán penalizarse los ejemplares con máscara asimétrica o sin máscara, si bien ante dos ejemplares de similares virtudes, deberá premiarse siempre al ejemplar con máscara simétrica.
Defectos:
Por primera vez en la historia de la raza el estándar indica los defectos que descalifican a un ejemplar. Hasta ahora, cada juez podía tener sus particulares caprichos. A partir de 1.993 a un ejemplar sólo podrá descalificársele si es portador de alguno de los siguientes defectos:
• Color de pelo completamente blanco o completamente marrón rojizo.
• Otros colores de pelo.
• Ojos de color azul.
• Los machos deberán tener los dos testículos visibles, de apariencia normal y completamente descendidos en el escroto.
D. Julián Hernández Luís
El Perro San Bernardo
En el puerto de montaña del Gran monte St. Bernhard, a 2.472 metros sobre el nivel del mar, fundaron unos monjes en el siglo XI, un refugio para viajeros y peregrinos.Allí se criaron, desde mediados del siglo XVII, perros grandes de montaña para guardia y vigilancia.
La existencia de aquellos perros está documentada, gráficamente desde 1.695 y por escrito en unas crónicas del hospicio desde el año 1.707. Estos perros pronto se utilizaron como perros de escolta y especialmente como perros de salvamento para viajeros perdidos entre la niebla y la nieve.
Existen crónicas publicadas en muchos idiomas sobre las numerosas vidas que fueron salvadas por estos perros de la "muerte blanca" y relatos de soldados que cruzaron el puerto de montaña con Napoleón hacia 1.800, en el siglo XIX, que extendieron la fama del perro de San Bernardo por toda Europa.
Los antepasados directos del perro de San Bernardo, fueron los perros de gran tamaño de los campesinos de la región.Estos perros de gran tamaño se convirtieron en pocas generaciones y siguiendo un patrón ideal, en la raza actual.
Heinrich Schumacker Von Hollingen, cerca de Berna fue el primero en 1.867, en crear documentos genealógicos para sus perros.
En febrero de 1.884 se abrió el Schweizeriche Hundesttammbuch St. Bernhard (Libro de raza Suizo del San Bernardo) "SHSB".
La primera anotación, fue la del perro de San Bernardo "León", a la que siguieron otras 28 anotaciones también de perros San Bernardo.
El 15 de marzo de 1.884 se fundó el "Schweizerische St. Bernhardsclub" (Club Suizo del perro de San Bernardo) en Basilea.
A raíz de un congreso cinológico celebrado el 2 de junio de 1.887, el perro de San Bernardo, fue reconocido oficialmente como perro de raza Suiza y el standard de la raza se convirtió en obligatorio.
Desde aquel entonces, el perro de San Bernardo, se convirtió en el "perro nacional de Suiza".
(Asnière, France) representa el legendario rescate de un niño que estaba congelándose y que volvió a la ciudad a lomos de Barry.
Y ahora...
El mayor perro de rescate del mundo
Irónicamente, el más famoso perro San Bernardo de rescate fue probablemente uno de los más pequeños, pesando no más de 50 Kg (los San Bernardo actuales pueden pesar casi el doble). "Barry" (1800-1814) era del tipo original, más compacto y de pelo corto, nacido más de treinta años antes de que la raza fuese cruzada con los Terranova, creando la variedad actual de pelo largo.
Durante un período de doce años, se atribuyó a Barry el salvamento de cuarenta personas de la "Muerte Blanca", en el Puerto del San Bernardo, en Suiza, incluyendo supuestamente un niño medio congelado que volvió a la ciudad a lomos del perro.
En Europa se considera generalmente a Barry como el mayor de los perros de búsqueda y salvamento. La inscripción en el monumento a Barry en Asnière, France (cerca de Paris) dice:
Il sauva la vie à 40 personnes.
Il fut tué par le 41ème. (Salvó la vida de 40 personas.
Fue muerto por la 41.ª).
Aun hoy día, los monjes del Hospicio del Gran San Bernardo continúan honrando al gran héroe poniendo siempre al perro más bello del Hospicio el nombre de "Barry".
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