jueves, 22 de julio de 2010

El otro lado de la endogamia

EL OTRO LADO DE LA ENDOGAMIA
Actualmente seguimos teniendo cierto respeto a los cruces endogámicos por su complejidad a la hora de usarlos y sobre todo al desconocimiento que siempre se nos presenta por el posible resultado a obtener incluyendo el aspecto del fenotipo y del genotipo.
He podido comprobar que tanto los criadores como los propietarios de perros tienen ciertas reticencias a los perros provenientes de cruces cerrados por las posibles enfermedades que pudieran adquirir derivadas de esta práctica.
En la comida que tuvimos varios socios previa a la Asamblea Anual del CEPSB, mantuve una pequeña conversación con Antonio Alenda sobre un cruce endogámico que tengo en mente. Me mostró su inquietud con este tipo de cruces tan cerrados, haciendo referencia a las enfermedades que podrían arrastrar los descendientes del cruce. Dicha conversación me hizo reflexionar de vuelta a casa, preguntándome sobre el tipo de enfermedades. Realmente siempre había pensado en enfermedades heredadas genéticamente pero ¿qué hay de las enfermedades que no se heredan? ¿qué incidencia podría tener la endogamia sobre ellas? Es por ello que me decidí a escribir este artículo para documentar las cuestiones que me había hecho.
En otros boletines del Club ya presenté un artículo que trataban sobre la endogamia por lo que empezaré aportando algunos datos sueltos sobre la práctica de los cruces endogámicos para terminar en el objetivo principal de este escrito.
Los parientes de primer grado, como los padres e hijos y los hermanos carnales, tienen la mitad de sus genes comunes. Luego a mayor grado de parentesco en la pareja, mayor probabilidad de que alguno de los genes defectuosos que portamos sea transmitido.
Trastornos con herencia autosómica recesiva, es decir: cuando la persona afectada ha recibido dos copias de un mismo gen defectuoso, una de cada progenitor.
¿Por qué no padecemos todos cientos de enfermedades genéticas? La razón es simple: la reproducción sexual permite que se mezclen los alelos (genes) de los individuos que se emparejan, con lo que los perjudiciales (generalmente recesivos) quedan enmascarados ante la presencia de los positivos (generalmente dominantes). Cuando esta mezcla no se puede producir, porque ambos progenitores tienen ya, en gran parte, los mismos alelos, el resultado será depresión endogámica que se manifestará inmediatamente o en cualquiera de los sucesivos cruces consanguíneos la depresión consanguínea incluye una amplia variedad de defectos físicos y de salud.
Los riesgos genéticos son probabilidades, y la probabilidad no tiene memoria. En una pareja que tuvo un cachorro con una enfermedad con herencia autosómica recesiva, el riesgo de que reaparezca la enfermedad en cada cruce futuro es del 25%. Así, podríamos repetir el mismo cruce cuatro veces y dicha enfermedad podría aparecer en los cuatro partos. Si los cruces los repitiéramos hasta el infinito (imposible) la probabilidad de adquirir esa herencia autosómica recesiva sería del 25%.
A través de la consanguinidad se puede fijar una serie de características raciales en una descendencia cada vez más homogénea.
El usar la endogamia no solamente disminuye la variabilidad genética de las alternativas posibles en los cruces en mención, si no también tiene la ventaja de depurar las líneas de genes recesivos negativos.
Una genealogía más depurada nos puede identificar los animales que esconden genes recesivos negativos para eliminarlos de la producción. A medida que estos genes recesivos se hacen más insignificantes en la genética (sea dentro de una raza o dentro de una línea en particular) el uso de la consanguinidad ofrece más ventajas y menos riesgos.
En proyectos de práctica de endogamia se cruza a un semental con el mayor número posible de sus hijas para determinar cuán transmisible son sus virtudes genéticas, y simultáneamente identifican genes recesivos negativos que pueden estar escondidos. La gran mayoría de las veces estos cruces cerrados no generan progenies anormales, debido a que en el reino animal nunca habrá un porcentaje de consanguinidad que superará el 50%. Los valores máximos de endogamia siempre serán limitados por una procreación que requiere de dos individuos.
Según la experiencia en el trabajo endogámico, la depresión consanguínea incluye una amplia variedad de defectos físicos y de salud, entre los que podemos encontrar como más comunes:_ elevada incidencia de enfermedades genéticas recesivas_ Reducción de fertilidad femenina y viabilidad espermática_ fenómenos de asimetría física_ alta mortandad prenatal y de recién nacidos_ lento ritmo de crecimiento_ menor talla de adulto_ carencias del sistema inmunológico_ alteraciones del comportamiento lo normal es que se presente, en principio, solo alguno de estos problemas, aumentando su número y gravedad de persistir los cruces endogámicos.

INCIDENCIA DE LA ENDOGAMIA EN ENFERMEDADES NO HEREDITARIAS
Uno de los miedos más grandes de los cruces endogámicos es la probabilidad de que genes recesivos terminen presentándose en homocigosis, presentándose fenotípicamente en nuestro San Bernardo. Estudios científicos basados en estricta selección, utilizando animales estrechamente consanguineos han conseguido eliminar los defectos hereditarios de la raza en estudio. Estos animales han sido criados con un método tan endogámico que son genéticamente casi idénticos. Debido que no son portadores de genes recesivos mantienen una extraordinaria salud; en todos los aspectos, excepto uno: deben permanecer el resto de su vida en un ambiente prácticamente estéril, pues sus estructuras inmunológicas son incapaces de luchar contra las infecciones bacterianas o víricas más normales.
El sistema inmunológico del San Bernardo es directa y absolutamente dependiente de la variedad genética. Existe una teoría científica que esgrime la actividad de las células creadoras de anticuerpos. Estas células, llamadas “células B”, crean los anticuerpos necesarios para combatir partículas dañinas (bacterias, virus, hongos, tumores...) que penetran en el organismo. Así, vemos la necesidad de que nuestros perros tengan millones de genes trabajando en la elaboración de anticuerpos. El problema es que no existe suficiente espacio en los cromosomas para una cantidad tan enorme de genes. Intentaré desarrollar el estudio. Todo esto funciona de la siguiente manera, las células de nuestro sistema inmunológico del San Bernardo no poseen genes completos que fabriquen anticuerpos, si no una variedad de diminutos segmentos de gen que cada célula es capaz de cortar y reordenar para formar genes diversos. Estas células son, pues, capaces de alterar su ADN y son las únicas del organismo que lo hacen. Podríamos imaginar, por ejemplo, una cadena germinal de ADN con 6 segmentos de gen, cada uno de los cuales puede reordenarse de 10 maneras distintas (en un caso real son muchos más). Estos 6 segmentos producirían 10*10*10*10*10*10 (1 millón) de diferentes anticuerpos. Si los cromosomas de un perro muy consanguíneo tienen, con respecto a las células del sistema inmunológico, segmentos de gen iguales (es, pues, homocigótico con respecto a estos genes) dicho animal ha perdido la mitad de su capacidad para elaborar anticuerpos. Si sus descendientes son sometidos a añadidos cruces endogámicos comenzarán a perder segmentos individuales debido a un fenómeno genético denominado “crossover”. Cada segmento de gen que falte supone la pérdida de miles de anticuerpos potenciales. En el ejemplo anterior un San Bernardo heterocigótico con respecto a su sistema inmune, es decir, que herede de ambos progenitores segmentos de gen diferentes, podría elaborar 2 millones anticuerpos diferentes, cada uno específico para una lucha determinada. Un perro que hereda idénticos segmentos de gen (con sistema inmune homocigótico) fabricaría un millón, la mitad. Cada pérdida de un segmento de gen por crossover supone la de 100.000 posibles anticuerpos distintos.

BIBLIOGRAFIA
Este artículo está confeccionado con textos recopilados de Internet

1 comentario:

  1. Hola buenas tardes ,

    Soy un pequeño aficionado a la raza ( tengo una hembrita de pelo largo ), aparte me dedíco más profundamente a seleccionar buenos ejemplares de pinscher ( de estos ya tengo unos cuantos más ), solo quería dejar por escrito que el artículo me ha parecido muy interesante. Un placer saludarle.

    Antonio

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